Evangelio de Marcos capítulo 11
Marcos nos describe la
entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, aunque los habitantes de Judea estaban esperando un poderoso Rey político
que entrara en un caballo, con armadura y rodeado de un gran desfile, el
maestro al igual que en su nacimiento rodeado de humildad pero no por ello
menos rey, entra en un burro que mandó a tomar prestado, sentado sobre sus
mantos, y seguido por sus discípulos, lo que nos permite evidenciar el carácter
de pacificador y humildad de nuestro Señor, quien iba a ese lugar a ayudar a
aquel pueblo a reconocer sus pecados, pues pese a que era uno de los que se
jactaban de mayor religiosidad los vicios en el eran mayores. Por eso amados
debemos desechar toda religión, ese espíritu encadena al hombre a pensar que lo
está haciendo bien, sin importar que no tenga ninguna comunión con el Padre.
Es
muy importarnos fijarnos que esta provocación
que le hacen al maestro es en cuanto a la autoridad para limpiar el templo y
vemos al maestro responder una pregunta con otra pregunta y al no recibir
respuesta dejó avergonzados a sus tentadores, Señor añádenos esa sabiduría.
Del
28 al 34. El Maestro nos recalca que Amar al Señor con todo el corazón, con
toda el alma, con toda mente y con todas las fuerzas, al igual que amar al
prójimo como a nosotros mismos son los mandamientos más importantes para entrar
al reino de los Cielos. Gloria al Padre.
En resumen:
1. La Fe es la clave principal en estos caminos
de Dios.
2. Jamás intentemos tentar a nuestro Señor para que no seamos avergonzados. Nosotros no debemos cuestionar a Dios.
3. Los diezmos y las ofrendas que demos realmente de corazón son las que abren las puertas de los cielos.
4. Solo debemos creer que Dios obra a través de nosotros y estar prestos para preparar nuestros corazones y ser como Jeremías, pedirle al padre que coloque las palabras en nuestras bocas.
5. El justo por la fe vivirá, los que sabemos en quien hemos creído no somos como la hoja llevada por cualquier viento, que de acuerdo a lo que sople obramos, como les he dicho anteriormente la tempestad afianza nuestro amor, fe y pasión por nuestro salvador quien siempre va a nuestro rescate. Fíjense lo que dice el salmo 1, somos bienaventurados porque en la ley de jehová meditamos de día y de noche y aunque la corriente de agua pase, nuestro fruto permanecerá.
2. Jamás intentemos tentar a nuestro Señor para que no seamos avergonzados. Nosotros no debemos cuestionar a Dios.
3. Los diezmos y las ofrendas que demos realmente de corazón son las que abren las puertas de los cielos.
4. Solo debemos creer que Dios obra a través de nosotros y estar prestos para preparar nuestros corazones y ser como Jeremías, pedirle al padre que coloque las palabras en nuestras bocas.
5. El justo por la fe vivirá, los que sabemos en quien hemos creído no somos como la hoja llevada por cualquier viento, que de acuerdo a lo que sople obramos, como les he dicho anteriormente la tempestad afianza nuestro amor, fe y pasión por nuestro salvador quien siempre va a nuestro rescate. Fíjense lo que dice el salmo 1, somos bienaventurados porque en la ley de jehová meditamos de día y de noche y aunque la corriente de agua pase, nuestro fruto permanecerá.
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